Los cuerpos de agua

 Por: Nde Tr'eje

Para nuestras abuelas y abuelos, los cuerpos de agua son lugares sagrados, ya que este líquido es vital, para la existencia. Hace años, los ancestros acudían a los manantiales a dejar ofrendas de semillas, flores y comida para mantener la armonía y rendir respeto a los guardianes, pues si se les hacía enojar, estos no dudarían en dejar a la comunidad sin agua. 

Parece que esas enseñanzas se han olvidado, pues ahora en las presas y ríos es muy común ver grandes cantidades de basura. Esto, desde luego, atenta contra los entes del espacio-tiempo espiritual, pero también con la vida de los animales que viven ahí. Por ello, cada vez es más difícil poder apreciar el agua cristalina, y con ello a los peces, ranas, acociles o axolotes, ahora en su lugar, solo vemos moscas o juncos, quienes advierten sobre la mala calidad del aire. 

Se pueden poner muchas excusas para librar al humano de estas atrocidades. "Tenemos que lavar en algún lado", "Son lugares para pasar un buen rato en familia", "Necesitamos agua en nuestros hogares" o "Los desechos tiene que desembocar en algún lado". Ni una de estas respuestas justifica el daño que le hacemos a espacios que son sagrados por el simple hecho de contener el líquido vital. 

Nuestras abuelas lavaban en las barrancas, los jóvenes acarreaban agua con cántaros y en burros,  los niños jugaban en las presas. Sin embargo, cada uno de ellos era consiente de la importancia de estos lugares, pedían permiso y agradecían por usarlos y ofrendaban, contrario al modo en que ahora sacamos provecho de estos cuerpos de agua. 

Las personas nos hemos convertido en seres individuales, ahora queremos las cosas solo para nosotros. Por ello, discutimos con los vecinos debido a que en casa, este líquido se hace menos presente. Mi abuela dice, que cuando la gente se pelea por el agua, esta se pone triste y decide irse. También, es estos días, se ha generado una tendencia por quitarle la vida a las víboras que viven en los manantiales, ¿por qué? La gente piensa que son malas, que nos atacaran, pero no es así. 

En la tradición mazahua, se piensa que estos reptiles son los cuidadores del agua, que están ahí para asegurarnos que se haga bien uso de ella y que se cumpla con las ofrendas para el Menre. Si la matas, el agua desaparecerá; si te peleas por el agua o si te enojas con la vida, la víbora se irá, y el líquido vital, con ella. 

Por ello, es importante, de vez en cuando, poner atención a lo que nuestras abuelas y abuelos dicen, ponerlo en prácticas, pues es a través de su experiencia y saberes que podemos dignificar nuestro habitar en el territorio. 

 


Fotos y redacción: Nde Tr'eje

"Voces olvidadas, que son rescatadas"

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