El buen mazahua

 Por: Nde Tr'eje

Para aquellos que habitamos el espacio-tiempo mundano o material, tenemos que llevar una vida digna para poder alcanzar el camino celestial o de la bonanza cuando nuestros días en este plano terminen. Este camino, para la cosmovisión mazahua está relacionado con la calidez y abundancia para aquellas personas que tuvieron una vida implacable en la tierra.  

Esta vida implacable tiene que ver con el sufrimiento mundano, el trabajo fuerte, danzar, seguir el ejemplo de los sabios, respetar la dimensión sagrada, respetar las señales divinas, ofrendar y peregrinar. Así pues, en pocas palabras, el buen y la buena mazahua tienen que seguir los mandatos de las energías sagradas y hacer lo que nos corresponde en el mundo. 

En particular, el peregrinar es una de las actividades más sagradas e importantes para la cosmovisión del pueblo jñatrjo, pues implica un recorrido al nuestro lugar de origen, los cerros y montañas. Pues según el mito de la creación, las habitantes de mazahuacan provenimos de Tata Ngüimore (Xocotepetl o cerro de Jocotitlán) y a lo largo de nuestra vida tenemos que regresar para visitarlo y dejarle ofrendas. Normalmente, lo que se le lleva a este abuelo son semillas que hemos cosechado de nuestros hogares, como maíz, frijol, calabaza; flores; sangre de algunos animales, cantos, copal y desde luego, nuestros pasos. 

Sin embargo, este cerro no es el único al que los mazahuas peregrinan también al Nevado de Toluca (Ne Troxtr'e), al cerro de la luna y al Santuario de la Santa Cruz o cerro de la Peña. Pues este último es un lugar sagrado, qué pese al sincretismo cultural con la religión católica, sigue siendo un lugar importante para la cosmovisión jñatrjo. 

Por ello, es un cerro al que se le tiene mucho respeto, dicen que a veces se mete a tus sueños y si eso llega a suceder, tienes que ir a visitarlo. Lo tienes que hacer a pie, porque es parte de tus obligaciones como Mazahua, tienes que ir de buena gana. En este cerro, podrán encontrar varias paradas, en donde la gente deja sus rezos y plegarias depositadas en pequeñas piedras. Algunos ofrendan flores que se encuentran a mitad de su camino o de sus hogares. 

Dicen que debes de llevar la piedra con tu intención desde Tu casa, puesto que muchas de las piedras que se encuentran en el camino a este lugar sagrado, ya han sido intencionadas por otras personas. Y si llegar a tomar una de estas y "limpiarte" con ella, tú recogerás los malestares de la persona anterior. 

Con el pasar de los años, el peregrinar a pie a este tipo de espacios es menos frecuente. Actualmente, muchas personas optan por hacerlo en coche, sin embargo, es importante recordar que recorrer las veredas y caminos que nuestras abuelas y abuelos nos enseñaron, nos ayudan a comprender mejor nuestro territorio. 


Fotos y redacción de: Nde Tr'eje, 2025.

"Voces olvidadas, que son rescatadas"

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