El fogón: El corazón de nuestros hogares
Por: Nde Tr'eje
Para
muchos de nosotros, los primeros recuerdos que tenemos involucran a nuestra
familia, a nuestros padres, nuestras madres o a nuestros abuelos. Todos ellos,
son piezas fundamentales para la procuración de la vida en un sentido social, sin
embargo, también debemos de prestar atención a aquellos espacios es los que se
desenvuelve nuestro devenir cotidiano. Antes de continuar es necesario
mencionar que, por espacio, me refiero a aquellos lugares en donde las
relaciones con los otros, se propician.
Un ejemplo de lo mencionado y que con el que además estamos muy relacionados son las cocinas que se encuentran en nuestros hogares. Antes estaba el fogón en el suelo, era de tres piedras con comal de barro o de metal, ahora ya no hay fogón, solo una estufa de gas. Estos cambios no solo han repercutido en la gastronomía de la zona mazahua, sino que también en la forma en la que nos relacionamos con los otros que nos rodean. Puesto que antes, el lugar más importante de una casa era aquella en donde todos los miembros de la familia podían convivir. A la hora de la comida, desde los más pequeños, hasta los más grandes, se reunían frente al fogón, no solo para degustar los alimentos, sino que también podían compartir varias experiencias.
Es gracias a este espacio que gran parte de los saberes y el
acervo cultural de su comunidad han prevalecido hasta estos días, puesto que en
su infancia ella recuerda cómo es que, en las noches frías, todos se sentaban
junto al fuego del fogón para calentarse y poder escuchar las historias que los
más grandes tenían para contar, ahí ella aprendió muchas cosas de la vida, las
cuales ahora, con gran orgullo comparte a sus nietos.
Es
gracias al fuego que ese encuentra en las casas mazahuas, aquellas cuyas
paredes se encuentran hechas de adobe; que ahora nosotros podemos saber que la
tierra tiene vida y energías encargadas de cuidarla, de que hay cierto tiempo
para poder sembrar el maíz, que podemos saber cuándo es que lloverá, además de
que también aún podemos escuchar la lengua jñatrjo.
La influencia que tiene la cocina mazahua, en la construcción de personas más consientes de las distintas formas de vida que nos rodea. Siendo esta una estructura de 3 piedras circulares, cada una con un significado, padre, madre e hijos, demostrando que todos los elementos son necesarios para mantener un equilibrio.
Si
somos conscientes de esos elementos, por ende, seremos más conscientes de la
importancia de los otros en nuestra vida. Además, al dejar entrar a otras
identidades a nuestras cocinas para charlas y compartir experiencia frente el
fogón, también damos apertura para conocernos a nosotros mismos. Antes, se podía entrar a la casa del otro, no
había puertas o bardas que pudieran frenar a los otros para visitarnos, uno
solo entraba para poder encontrar al inquilino en la cocina y de ahí platicar
por largas horas o ayudar al otro con sus tareas. No había porque dudar del
otro, pues no era tu enemigo, sino tu compañero.
Además, el fogón es parte fundamental de todos
aquellos que crecieron en un hogar mazahua, puesto que ahí se deposita el
cordón umbilical de los recién nacidos, como un breve recordatorio que todos
venimos de la tierra y que necesitamos del fuego para poder vivir. “El ombligo
se coloca al lado de una de las pedias, junto a la tierra porque de ahí venimos
y ella es quien nos da de comer, junto al fuego porque es quien nos mantiene
calientes, si tu ombligo está ahí, siempre tendrás un lugar a donde regresar”,
esto es otro elemento identitario para la gente mazahua.
Es importante para la gastronomía, puesto que, en palabras de ella, lo que se cocina con leña tiene un mejor sabor, puesto que también la comida se sazona con todos los elementos que ella nos compartió, es decir, con la memoria de todos aquellos que estuvieron antes que nosotros. Por ello, es importante plática con nuestras madres, padres, abuelos o abuelas, para padre reconocer los elementos que nos rodean, así también ser conscientes de nuestra propia vida.
El 19 de marzo de cada año, en los hogares mazahuas se acostumbra a limpiar el fogón. Esta tradición tiene relación con el encendido del fuego nuevo, el cual simboliza el comienzo de un nuevo ciclo. En este día se saca la ceniza del fogón, se limpia, se adorna con flores del campo o de la casa, se prende una veladora y se purifica con el humo del Copal.Redaccoón y fotos: Nde Tr'eje, 2025
Comentarios
Publicar un comentario